Novena a la Virgen de la Revelación
Noveno día de la Novena
“Soy la que soy en la
trinidad Divina, soy la Virgen de la Revelación. Amor del Padre, porque soy
hija, amor del Hijo porque soy Madre y amor del Espíritu Santo porque soy
esposa”.
Meditación
El nombre con el que la
Madre del Señor está aquí recordado y venerado, Virgen de la Revelación, nos
parece de una relevancia extraordinaria. Una de las cinco constituciones
dogmáticas fundamentales del Concilio Vaticano II, la Dei Verbum, se dedicó por
completo a la Divina Revelación que es la misma persona de Jesús Cristo. El
hecho de que la Virgen María es venerada con este título pone y nos pone en el
corazón del misterio de Dios que habla a los hombres como amigos que se
preguntan cómo responder a su llamada María: “Aquí estoy.”
Enseñanza
de la Iglesia
“Efectivamente, la Virgen María, que al anuncio del ángel recibió al Verbo de Dios en su alma y en su cuerpo y dio la Vida al mundo, es reconocida y venerada como verdadera Madre de Dios y del Redentor. Redimida de modo eminente, en previsión de los méritos de su Hijo, y unida a Él con un vínculo estrecho e indisoluble, está enriquecida con la suma prerrogativa y dignidad de ser la Madre de Dios Hijo, y por eso hija predilecta del Padre y sagrario del Espíritu Santo”. LG 53
La Súplica a la Virgen de la Revelación
Virgen Santísima de la
Revelación que estás en la Trinidad Divina dígnate, te rogamos dirigirnos tu
mirada misericordiosa y benigna.
¡Oh Maria!, tú eres
nuestra gran abogada junto a Dios que con esta tierra de pecado obtienes gracia
y milagros para la conversión de los incrédulos y pecadores.
Haz que obtengamos de tu
Hijo Jesús la salvación del alma, la salud el cuerpo y las gracias que estamos
necesitando.
Concede a la Iglesia y a su jefe el Romano Pontífice, la alegría de ver la conversión de los enemigos, la propagación del Reino de Dios en la tierra, la unidad de los creyentes en Cristo, la paz de las naciones; para que podamos amarte y servirte en esta vida y merezcamos verte algún día y darte gracias eternamente en el cielo. Amén.
Se pide la gracia... rezar 3 Avemarías con la siguiente jaculatoria: Virgen de la Revelación, ruega por nosotros.
†
Dios nos guarde y la Virgen nos proteja. Amén.
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