Oración de San Juan
Pablo II ante
La Virgen del Pilar
(1982)
Doy fervientes gracias a Dios por la presencia
singular de María en esta tierra española donde tantos frutos ha producido. Y
quiero encomendarte, Virgen santísima del Pilar, España entera, todos y cada
uno de sus hijos y pueblos, la Iglesia en España, así como también los hijos de
todas las naciones hispánicas.
¡Dios te salve, María, Madre de Cristo y de la
Iglesia! ¡Dios te salve, vida, dulzura y esperanza nuestra! A tus cuidados
confío esta tarde las necesidades de todas las familias de España, las alegrías
de los niños, la ilusión de los jóvenes, los desvelos de los adultos, el dolor
de los enfermos y el sereno atardecer de los ancianos.
Te encomiendo
la fidelidad y abnegación de los ministros de tu Hijo, la esperanza de quienes
se preparan para ese ministerio, la gozosa entrega de las vírgenes del
claustro, la oración y solicitud de los religiosos y religiosas, la vida y el
empeño de cuantos trabajan por el reino de Cristo en estas tierras. En tus
manos pongo la fatiga y él sudor de quienes trabajan con las suyas; la noble
dedicación de los que transmiten su saber y el esfuerzo de los que aprenden; la
hermosa vocación de quienes con su conciencia y servicio alivian el dolor
ajeno; la tarea de quienes con su inteligencia buscan la verdad.
En tu corazón dejo los anhelos de quienes,
mediante los quehaceres económicos procuran honradamente la prosperidad de sus
hermanos; de quienes, al servicio de la verdad, informan y forman rectamente la
opinión pública; de cuantos, en la política, en la milicia, en las labores
sindicales o en el servicio del orden ciudadano prestan su colaboración honesta
en favor de una justa, pacífica y segura convivencia. Virgen Santa del Pilar:
aumenta nuestra fe, consolida nuestra esperanza, aviva nuestra caridad.
Socorre a los que padecen desgracias, a los que
sufren soledad, ignorancia, hambre o falta de trabajo. Fortalece a los débiles
en la fe. Fomenta en los jóvenes la disponibilidad para una entrega plena a
Dios. Protege a España entera y a sus pueblos, a sus hombres y mujeres. Y
asiste maternalmente, oh María a cuantos te invocan como Patrona de la
Hispanidad. Así sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario