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jueves, 24 de septiembre de 2020

NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED

 

Nuestra Señora de la Merced-museo de Sevilla



NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED

 

Páginas: Oración | Novena |


Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes se le llama a la Santísima Virgen que en 1218 se apareció a San Pedro Nolasco. El significado de «Merced» es «misericordia». La Virgen es misericordiosa; esto significa que recurrimos a ella ante todo con el deseo de asemejarnos a Jesús misericordioso.

 

HISTORIA

Los últimos siglos de la Edad Media, el Mediterráneo estaba infestado de corsarios turcos y de sarracenos, y lo mismo atacaba a los barcos que desembarcaban en las costas y se llevaban cautivos a muchos.

Pedro un devoto de Cristo y de la Santísima Virgen María, había estado trabajando durante varios años tratando de rescatar a los cautivos cristianos que los sarracenos tomaron como esclavos.

En 1218, la Santísima Virgen se apareció a San Pedro Nolasco con este mensaje: «Encuentra para mí otros hombres como tú, un ejército de hombres valientes, generosos y desinteresados, y envíalos a las tierras donde los niños de la Fe están sufriendo»

 

Nolasco: ¿Quién eres tú, que, a mí, un indigno siervo, pides que realice obra tan difícil, de tan gran caridad, que es grata Dios y meritoria para mí?, ¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer (que tú me mandas)?

María: «No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde una orden de ese tipo en honor mío.»

Cuando Pedro le preguntó a Nuestra Señora, quien estaba hablando con él, Ella se reveló a sí misma como María, la Madre de Dios.

 

Virgen de la Merced

La señora de la Merced estaba vestida de blanco con el escudo de la Orden impreso en su escapulario.

Pedro Nolasco, funda la congregación, apoyado por el Rey Jaime I de Aragón, el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort. Su espiritualidad se fundamenta en Jesús, el liberador de la humanidad y en la Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.  La Orden Mercedaria fue constituida en Barcelona por el Rey Jaime. El Papa Gregorio IX aprobó la Orden en 1235 con Pedro como el primer superior.

Muchos de la nueva Orden eran religiosos que oraban y recolectaban limosnas para los cristianos en cautiverio. El otro grupo en la Orden eran caballeros que en realidad fueron a los campos para volver a comprar a los cristianos o para intercambiar lugares con ellos, asegurando su libertad.

Además de Nuestra Señora de la Misericordia, a María también se le dio el nombre Nuestra Señora del Rescate en esta aparición. A menudo se la representa con dos bolsas de monedas para simbolizar el rescate pagado. Miles de prisioneros cristianos fueron liberados por la Orden.

En el año 1265 aparecieron las primeras monjas de la Merced. En 1272, los frailes toman el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cristianos cautivos, de Santa Eulalia de Barcelona. Pedro y sus compañeros vistieron el hábito y recibieron el escudo con las cuatro barras rojas sobre un fondo amarillo de la corona de Aragón y la cruz blanca sobre fondo rojo, titular de la catedral de Barcelona. Pedro Nolasco reconoció siempre a María Santísima como la auténtica fundadora de la congregación mercedaria.

Se calcula que fueron alrededor de trescientos mil los redimidos por los frailes mercedarios del cautiverio de los musulmanes.

 

Nuestra Señora de la Merced-Cambríl (Tarragona)

DEVOCIÓN

La devoción a la Virgen de la Merced se difundió muy pronto por Cataluña, toda España,  Francia y por Italia, a partir del siglo XIII con la labor de redención de estos religiosos y sus cofrades. Con la Evangelización de América, en la que la Orden de la Merced participó desde sus mismos inicios, la devoción se extendió y arraigó profundamente en todo el territorio americano.

La llegada de la Orden religiosa de los mercedarios a América, un poco relacionada con el antiguo espíritu de los caballeros que fueron a las Cruzadas a Tierra Santa y juntamente con el culto de la Virgen Compasiva, coincide con el poblamiento de las principales ciudades andinas cercanas a la línea ecuatorial como son: Cuzco, Lima, Quito y la Villaviciosa de la Concepción o San Juan de Pasto en Argentina.

El año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia el 24 de septiembre. Pero a raíz de la reforma litúrgica del concilio Vaticano II, en el año 1969 la fiesta se suprimió del calendario universal.

 


ICONOGRAFÍA

La iconografía usada para representar a la Virgen de la Merced queda definida a partir del siglo XVI, consistiendo fundamentalmente en el hábito mercedario: túnica, escapulario y capa, todo en color blanco, con en el escudo mercedario en el pecho. Otros elementos recurrentes son las cadenas y el grillete, símbolos también del cautiverio. Normalmente, además del escapulario del hábito, lleva otro pequeño en la mano que ofrece a los fieles.

Suele aparecer tocada con corona de reina, y también con el cetro en la mano derecha. En muchas ocasiones sostiene en la izquierda al Niño Jesús, que también puede llevar un escapulario en las manos. Otro modelo iconográfico es el de la Virgen Comendadora, sedente en el coro, sin niño ni cetro, con las constituciones de la Orden en una mano.

 

Nuestra Señora de la Merced-San Fernando (Cadiz)

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED


¡Oh, Bendita Virgen María de la Merced!

Merced de Dios para los hombres,

Madre de Jesucristo,

Reina del mundo y Señora de todo lo creado,

que a ninguno desprecias ni dejas desconsolado,

haz que veamos el reinado de Cristo, tu Divino Hijo,

que es el del amor, la verdad y la justicia.

 

Fuente de toda bondad, gloria de los desamparados,

mensajera de libertad y misericordia,

refugio de los que sufren, de los pobres y olvidados

consoladora del afligido, medicina del enfermo,

socorro en las necesidades, fuerza en las tribulaciones,

ayuda del cautivo, amparo del oprimido

redentora de injusticias, cárceles, prisiones y exilios

patrona de las familias y defensa de los hogares:

dígnate aceptar nuestras plegarias

que con todo agradecimiento y fervor te dirigimos.

 

Virgen de la Merced, encanto de cielo y tierra,

Tú que con generosidad escuchas las peticiones

de los que acuden implorar tus tesoros de misericordia,

Tú que con maternal solicitud siempre nos atiendes

para que veamos cumplidos nuestros anhelos y deseos,

Tú que siempre nos acoges porque somos tus hijos,

hijos de tu Inmaculado y Sagrado corazón,

Tú que nunca nos fallas, nos sostienes y acompañas,

no nos dejes solos durante nuestro peregrinar en esta vida.

No nos dejes entregados a nuestras débiles fuerzas,

ya que sin tu maternal solicitud desfalleceríamos en el camino.

 

Virgen de la Merced, prodigio de milagros

alivia nuestros pesares.

 

Señora llena de la gracia del Señor,

intercede por nosotros y concédenos

lo que con tanta fe y viva esperanza hoy te solicitamos:

 

(Pedir el favor especial que se quiere conseguir).

 

Virgen excelsa de la Merced, ruega por nosotros.

Gloriosa Madre y protectora nuestra,

Señora de Misericordia sin fin,

Tú que eres compasiva con todos

abre tu manto y resguárdanos en el,

Tú que nos amas y guías todos los días,

obtennos, por favor, lo que tanto necesitamos.

María de la Merced, cúbrenos de paz, justicia y amor,

alcánzanos estas gracias

y la de la eterna salvación de tu hijo Jesucristo,

que con el Padre y el Espíritu Santo

vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

 

Rezar siete Avemarías, Padrenuestro y Gloria.


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